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Escrito en Plantas Curativas
Hederá hélix es un tipo de hiedra originaria de los bosques húmedos del oeste, el centro y el sur de Europa. Es una típica planta trepadora que puede alzarse a muchos metros del suelo y ascender por casi cualquier tipo de superficie, como árboles, rocas, paredes. La hoja es brillante por el haz y mate en el envés. Posee dos tipos de ramas, unas fértiles y otras estériles, que se distinguen fácilmente por la forma de sus hojas.
El fruto, venenoso, es redondo y pequeño, con una tonalidad azul oscura, casi negra. Las flores son de color amarillo verdoso. El fruto es venenoso, y que es portador de una sustancia hemolítica que destruye los glóbulos rojos, dando lugar a diarreas con sangre, catarsis, alteraciones nerviosas y palidez; por tanto, nunca debe administrarse por vía oral. Las hojas y el tallo presentan taninos y sales, por lo que resultan de gran utilidad en cicatrizaciones de heridas, llagas y ulceras varicosas. También contienen saponinas, con acción vasoconstrictora, lo que las hace potencialmente activas en el tratamiento de varices, celulitis. La ederina, que es uno de sus componentes, es la principal causante de la toxicidad en la hiedra, por lo que su empleo debe evitarse, y no sobrepasar en ningún caso la dosis indicada por el médico. Se emplea básicamente a nivel tópico, y debe administrarse por vía oral. De forma externa se utiliza como componente en la preparación de pomadas, jabones para reducir la grasa acumulada bajo la piel, en casos de celulitis y tratamientos adelgazantes.
DECOCCIÓN
Se prepara un litro de agua, en ebullición, a la que se añaden 200 gramos de hojas y tallo descortezado, manteniendo esta temperatura 10 minutos; una vez frio, se filtra, y se emplea el liquido así obtenido en compresas que se aplican. Dependiendo de cómo se lleve a cabo su recolección y su tratamiento, se han empleado las hojas maceradas con vinagre que resultan muy efectivas en la eliminación de callosidades.
Hederá hélix es un tipo de hiedra originaria de los bosques húmedos del oeste, el centro y el sur de Europa. Es una típica planta trepadora que puede alzarse a muchos metros del suelo y ascender por casi cualquier tipo de superficie, como árboles, rocas, paredes. La hoja es brillante por el haz y mate en el envés. Posee dos tipos de ramas, unas fértiles y otras estériles, que se distinguen fácilmente por la forma de sus hojas.
El fruto, venenoso, es redondo y pequeño, con una tonalidad azul oscura, casi negra. Las flores son de color amarillo verdoso. El fruto es venenoso, y que es portador de una sustancia hemolítica que destruye los glóbulos rojos, dando lugar a diarreas con sangre, catarsis, alteraciones nerviosas y palidez; por tanto, nunca debe administrarse por vía oral. Las hojas y el tallo presentan taninos y sales, por lo que resultan de gran utilidad en cicatrizaciones de heridas, llagas y ulceras varicosas. También contienen saponinas, con acción vasoconstrictora, lo que las hace potencialmente activas en el tratamiento de varices, celulitis. La ederina, que es uno de sus componentes, es la principal causante de la toxicidad en la hiedra, por lo que su empleo debe evitarse, y no sobrepasar en ningún caso la dosis indicada por el médico. Se emplea básicamente a nivel tópico, y debe administrarse por vía oral. De forma externa se utiliza como componente en la preparación de pomadas, jabones para reducir la grasa acumulada bajo la piel, en casos de celulitis y tratamientos adelgazantes.
DECOCCIÓN
Se prepara un litro de agua, en ebullición, a la que se añaden 200 gramos de hojas y tallo descortezado, manteniendo esta temperatura 10 minutos; una vez frio, se filtra, y se emplea el liquido así obtenido en compresas que se aplican. Dependiendo de cómo se lleve a cabo su recolección y su tratamiento, se han empleado las hojas maceradas con vinagre que resultan muy efectivas en la eliminación de callosidades.
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