Plantas Curativas y Medicinales

Desde el inicio de la humanidad, las personas han utilizado a las plantas no sólo como alimento, sino como medicinas naturales. No se ha registrado tal vez la primera vez que se tomó una infusión o un preparado de hojas machacadas, pero a lo largo de la historia la humanidad ha tenido un enlace permanente con las plantas como suministro de salud. Las plantas fueron nuestras primeras farmacias.

Sin embargo, los avances científicos han traído medicinas más efectivas pero que sin embargo tienen sus contraindicaciones. Lamentablemente ninguna planta puede sustituir un fármaco, pero felizmente puede ayudarnos a combatir, aliviar y prevenir muchas enfermedades y males.

Millones de personas en el mundo confían en las propiedades de las plantas curativas y medicinales.

Regenera tu Flora Intestinal con Linaza

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Escrito en Plantas Curativas

Las semillas contienen gran cantidad de mucilago y pectina, además de sales minerales y lípidos. Actúa en los estreñimientos crónicos, pues lubrica el conducto digestivo, haciendo que las heces sean más blandas. Además, regenera la flora intestinal, regulando los procesos de putrefacción y fermentación. Su efecto resulta muy evidente, pues en caso de descomposición intestinal, las heces pierden su olor pútrido.

Gastritis, duodenitis y ulcera gastroduodenal: presenta una acción antiinflamatoria que favorece la regeneración de la mucosa digestiva dañada. Inflamaciones de las vías respiratorias y de las urinarias: bronquitis y cistitis, especialmente; por su efecto suavizante sobre las mucosas.

Las semillas de lino (linaza) pueden usarse también como alimento. Son especialmente recomendada para los diabéticos, por su escaso porcentaje de glúcidos, y su elevado contenido en proteínas y lípidos (grasas). Deben consumirlas quienes padezcan desnutrición o quieran engordar.

Las cataplasmas de harina de linaza se aplican siempre que se requiera calor constante: catarros y bronquitis, dolor menstrual, dolores cólicos del abdomen (renales o biliares), espasmos intestinales, picaduras de insectos, abscesos y furúnculos. El aceite de linaza se utiliza como suavizante de la piel en caso de eccemas, piel seca, quemaduras leves y dermatosis en general.  

DECOCCIÓN
30 gramos de semillas por litro de agua, 2 o 3 tazas diarias, endulzadas con miel si se desea.  

SEMILLAS
Se ingieren enteras, sin masticar, con abundante agua. La dosis varía de 2 a 3 cucharadas grandes, en función del efecto que se quiere lograr.  

ACEITE
Se puede aplicar tópicamente. Existe un linimento preparado con la mezcla a partes iguales de aceite de lino y agua de cal; la emulsión que se obtiene resulta muy útil para las quemaduras.

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